En el proceso de aprendizaje, podemos llegar a un nivel de saturación que haga que nos cueste concentrarnos, o que por mucho que leamos no retengamos lo importante. Aquí entra en juego la comprensión lectora. Hoy te contamos cómo mejorarla y sacarle el máximo partido a tus horas de estudio e investigación.

Una de las tareas más importantes durante nuestro paso por la universidad es la de leer y releer textos académicos para elaborar nuestros trabajos y aprobar el cuatrimestre. Para poder asimilar el contenido de tantísimos textos, nos hacen falta horas y horas de lectura. 

La comprensión lectora es una habilidad que se desarrolla durante la infancia, pero realmente no hay una edad en concreto para mejorar la forma en la que analizamos diferentes tipos de textos. Los documentos que leemos en un grado universitario generalmente son más complejos que los que estábamos acostumbrados a leer. Por este motivo, requieren más tiempo y el uso de técnicas para asimilarlo correctamente.

¿Qué debemos considerar para mejorar la comprensión lectora?


A la hora de interpretar un texto en la Universidad, algunos de los problemas que nos pueden surgir están relacionados con no poder captar las ideas principales, la intención del autor o el contexto. Vamos, que no hay manera de ubicarse. Podemos evitar estos obstáculos si tenemos ciertos aspectos presentes durante la lectura:

Contextualización del texto. ¿Cuál es nuestro propósito al leer el texto? No es lo mismo un texto científico, que una novela, un ensayo o un artículo en prensa. El propósito de leer cada texto es diferente, así como la información que queremos extraer de cada uno. 

Subrayado. Familiarízate con el texto en una primera lectura para, en la segunda, empezar a subrayar las ideas principales.

Consulta. Si hay palabras que no entendemos en nuestro texto, habrá que consultar su definición. Y ya de paso, agregamos esa palabra a nuestro vocabulario.

Complementar la lectura con otras actividades para empaparnos bien del tema, como podría ser ver un vídeo, una película o un documental sobre lo que estemos leyendo.

Técnicas para mejorar la comprensión lectora


Antes de empezar hay que documentarse

Busca información simplificada sobre el posible contenido de tu texto tomando como referencia el título. Así estarás un poco más puesto en el tema que vayas a tratar, y en caso de que se trate algo fuera de tus conocimientos, no te suene todo a chino.

Identificar las partes del texto e ideas de cada una

Encuentra las diferentes partes del texto y anota las ideas principales que, de acuerdo con tu opinión, sinteticen el contenido de cada parte que hayas leído.

¡A resumir!

Reúne las ideas principales y haz esquemas o resúmenes, como prefieras. Organizar gráficamente los elementos más importantes del texto te ayudarán a obtener indicadores del objetivo del texto y la intención del autor.

Identifica la idea clave del texto

Sintetizar el texto en pocas palabras es difícil, lo sabemos. Pero al tener la capacidad de expresar el contenido del texto a través de una idea o palabras claves es lo que demuestra tu capacidad de síntesis y comprensión.

Utiliza tus propias palabras

Reconstruye el texto con tus propias palabras e intenta explicarlo a alguien o a un público imaginario. Si eres capaz de contar el texto en un lenguaje familiar para ti, has conseguido

¡Extra, extra! Lectura analítica

La lectura analítica es una estrategia que sirve para mejorar la comprensión lectora a través de una lectura sistemática, diaria y controlada. Puedes leer sobre cualquier cosa, pero lo ideal es que leas textos que tengan relación con lo que estás estudiando. Dedica entre quince y veinte minutos al día para leer detenidamente, subrayar y extraer ideas principales de un texto para mejorar tu lectura comprensiva.


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